El jueves, habitantes de Tzicuatitla reaccionaron a la presunta invasión de un anexo de su comunidad, y acusaron a sus vecinos de propiciar conflictos a pesar de que ellos poseen el manantial de El Mangal y otras presas para abastecerse del líquido.
La situación estuvo a punto de salirse de control pues los denunciantes además de cerrar la carretera habrían intentado agredir a los representantes de Ejido Ixcatepec.
El conflicto por el preciado líquido data de hace más de tres años, cuando ambas comunidades participaron en un proyecto para contar con el suministro del fluido desde el Arroyo del Zopilote.
Al paso del tiempo, sin embargo, según señalan los de Tzicualtitla, los habitantes de la otra localidad comenzaron a deslindarse de sus responsabilidades, entre otras a pagar el consumo de energía eléctrica e incluso a mezquinar el agua a sus vecinos.
Los de Tzicuatitla aseguran que han mantenido en operación el cárcamo de bombeo mientras que los de Ejido Ixcatepec sólo reclaman el líquido porque lo necesitan, pero sin colaborar como se había convenido
En este contexto, y ante la presunta solicitud de quienes requieren del fluido, el gobierno municipal de Efraín Pérez Cruz estaría respaldando sus peticiones, lo que estaría motivando a los ixcatepecanos a reclamar con mayor énfasis su derecho al agua del arroyo.
Por lo pronto, durante los hechos del jueves las autoridades municipales y representantes del gobierno del estado lograron calmar los ánimos, bajo el compromiso de buscar alternativas que beneficien a ambas comunidades y que cada una de ellas cuente con su propio cárcamo de bombeo.
El conflicto, mientras tanto, sigue latente, pues cada año al inicio de la temporada de estiaje, reinician las pugnas por el vital líquido.