Tihuatlán, Ver.- Fieles a la tradición, feligreses de la comunidad católica celebraron con gran fervor esta mañana el Domingo de Ramos, para remembrar que Jesús de Nazareth fue aclamado como Rey en su entrada a Jerusalén, “pero no un rey a la medida de nosotros, sino que, Él es el siervo humilde”, atajó la Iglesia.
En la plazoleta del parque Cri Cri, frente a la Parroquia San Francisco, decenas de devotos se concentraron para participar en la bendición de palmas, para luego subir en procesión al templo, encabezados por el padre Benito Velázquez Lechuga.
Esta celebración religiosa marca el primer día de Semana Santa, indicó al respecto Claudia Elizabeth Pérez de la Cruz, Coordinadora de la Pastoral de la Comunicación.
“El Domingo de Ramos es cuando se anticipa la victoria de Cristo sobre la muerte. Jesucristo entra como rey, aclamado como tal por el pueblo. Levantemos nuestra palma con esperanza porque, a pesar de las difíciles batallas que libramos día a día, se pueden ver brotes de fe y verdadero amor. A nuestro ramo unamos nuestro hombro y carguemos nuestra cruz, hagámoslo con esa confianza en el triunfo que nos da Jesús. Feliz inicio de Semana Santa”, agregó.
En este marco, la Iglesia católica compartió que este domingo “representa un doble sabor, dulce y amargo, la alegría de quienes extendían sus mantos y cortaban ramas que ponían en el camino, mientras gritaban: ¡Hosanna! ¡Viva el Hijo de David! y el relato de la Pasión de Señor.
“Las palabras proféticas ¡Viva el Hijo de David!, pronunciadas por sus discípulos y el pueblo, representan su ser Mesías, sí Él es el enviado por el Padre, y sin embargo, va camino a la muerte. En la tristeza de la muerte, Dios está escondiendo la alegría de la Resurrección.
“No nos dejemos vencer por el mal, el bien siempre triunfará, no perdamos la esperanza mientras caminamos al lado del siervo doliente de Dios; aprendamos de su Pasión el camino de la Cruz y esperemos la vida en la Resurrección. Cantemos siempre en la esperanza de la vida: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en el cielo!”, concluyó.